Bitácoras

 

(Bitácora 2)

 

El día de entregar la actividad había llegado, Ullenid preguntó sobre nuestra tarea, pero por sorpresa, nadie lo había hecho, la instructora aplazó la actividad para la próxima clase, pero adicionalmente tenían que hacer un relato con dichas preguntas, durante toda la clase sólo se hizo esa actividad.

 

(Bitácora 3)

 

Al llegar la hora de la clase, Ullenid quiso escuchar los trabajos de cada aspirante, llamó aspirantes al azar y sobre las personas que habían hecho el relato ése era el siguiente y así sucesivamente, en esa clase ella obserbava, anotaba y correjía a los aspirantes según su relato, por desgracia no todos los aspirantes alcanzaron a dar a conocer su relato, por eso de aplazó nuevamente para la próxima clase.

 

(Bitácora 4)

 

La clase en ese día se basó en exponer los relatos de las personas que faltaban, como en la anterior clase.La instructora Ullenid arrojó el resultado de que el 98% de los estudiantes habían realizado la tarea. La clase transcurrió como cualquier otra, la metodología era como la anterior: un nombre al azar y el compañero del que había hecho el relato seguía luego y así siguió la clase hasta su fin.

 

(Bitácora 5)

 

Ullenid ese día nos dió un cuento chino, que por título tenía "La doncella que no quería ser la muerte y los granos de arroz" nos dijo que lo leyéramos cuidadosamente y luego resolviéramos las preguntas al final del texto, nos dió la opción de salir y leer afuera o adentro, como más nos sintiéramos cómodos, la clase transcurrió con tranquilidad, ningún contratiempo nos detuvo, nadie alcanzó a responder todas las preguntas, por lo cual se pospuso para la próxima clase.

 

(Bitácora 6)

 

Éste día se terminó la actividad de la anterior clase, con la diferencia de que Ullenid nos dió la oportunidad de hacer ésta en el coliseo de la colegio, nos dijo que para la próxima clase ibamos a socializar nuestras respuestas y confrontarlas con las de nuestros compañeros, su porpósito fué que para la proxima clase entráramos en debate para darnos cuenta de nuestros errores.